El calor generado por el láser hace que el procedimiento sea menos traumático , ya que los vasos sanguíneos de la zona tratada se cierran y sangran menos. Hay menos moratones y menos inflamación. Por este motivo, los resultados se ven ya casi bien desde la primera cura, apreciándose el tratamiento realizado. Por otro lado, el calentamiento producido por el láser en la piel y en las fibras de colágeno produce una retracción cutánea, que se adapta mucho mejor a la nueva forma anatómica de la zona intervenida.
Al existir menos inflamación, también duele menos durante el postoperatorio, no siendo necesaria la baja laboral. Al día siguiente se hace vida normal, y las molestias podrían semejarse a las típicas agujetas.Es una técnica segura. Se realiza de forma ambulatoria en nuestra propia clínica, bajo anestesia local y sedación (parecido a una endoscopia o un tratamiento dental ).
El paciente abandona la clínica a los pocos minutos de finalizar, por su propio pie, pudiendo continuar con su vida normal de forma inmediata.El paciente acude a primera cura a los cuatro– cinco días para retirar faja y quitar los puntos ( un punto en cada pequeña incisión ). A partir de entonces se comienza un seguimiento con uso continuado de faja y masajes de drenaje linfático las tres- cuatro siguientes semanas. A los seis meses se evalúa el resultado.
Se puede realizar de forma ambulatoria en la clínica, bajo anestesia local y sedación (parecido a una endoscopia o un tratamiento dental). El paciente abandona la clínica a los pocos minutos de finalizar, por su propio pie, pudiendo continuar con su vida normal de forma inmediata. Esto es así cuando la grasa a extraer es de una o dos zonas, y éstas tienen un litro o menos. Si son varias zonas, o éstas muy grandes, se realiza con ingreso de un par de horas (Cirugía Mayor Ambulatoria)
En la región facial y cervical, su mayor utilidad es el la papada y la zona mandibular. Al descargar de grasa las mejillas y los mofletes que cuelgan a ambos lados de las comisuras bucales, rejuvenecemos de forma importante . La eliminación de la papada también rejuvenece, dando además un aspecto más saludable.
En la región mamaria podemos tratar los acúmulos adiposos que rodean la glándula mamaria, como el pliegue que la prolonga hacia la espalda, o el que ascendiendo, se junta con el acúmulo en el brazo al cerrar éste. Así mismo, se pueden liposuccionar las áreas dentro de la mama donde se deposita la grasa, como el espacio retroglandular y las fosas de Duret en el la zona subcutánea ( ver artículo mastopexia con ultrasonidos )En estas zonas, muy fibrosas, la liposucción tradicional apenas se usaba por su ineficacia.
Se puede reducir con lipoláser la grasa, tanto de la zona superior al ombligo como la zona inferior al mismo. Aquí, el láser vuelve a tener gran importancia por la mayor retracción cutánea que consigue con respecto a la liposucción tradicional.
En la parte superior de la espalda, y gracias al láser, se pueden tratar los rodetes que empeoran con la presión del sujetador, produciendo formas poco estéticas. Y en la parte inferior de la espalda, a ambos lados de la reg. lumbar tenemos los flancos, zona donde se acumula la grasa con mucha frecuencia.
Es un procedimiento interesante para:
En los brazos mejora mucho el descolgamiento que se produce debido a la edad por un lado, y al acúmulo adiposo por otro. Es uno de los lugares donde más eficaz es el lipoláser.
El acúmulo de las caderas, es probablemente la zona que más frecuentemente se trata. El nombre técnico es región trocantérea, y el popular son las pistoleras.
En la cara interna de los muslos, la incorporación del láser también ha sido fundamental, ya que la retracción cutánea es muy importante en el resultado final.
De las rodillas, se trata sobre todo la cara interna de las mismas, pero también se pueden descargar de grasa otras zonas de las mismas si es necesario.
Los tobillos se pueden tratar, pero no es muy recomendable por que la inflamación puede dificultar llevar una vida normal los primeros días.
En una primera fase, y a través de una o varias incisiones de 2-3 mm, que se sitúan en zonas poco visibles, se humedece la zona adiposa a eliminar con suero y anestesia local. En los casos ambulatorios, la máxima dosis de anestésico en una sesión da para dormir un kilo de tejido adiposo, cuyo volumen es equivalente a un litro. Esto quiere decir que se podrían eliminar unas pistoleras de medio litro en cada lado ó un acúmulo abdominal de un litro ( el tejido adiposo suficiente para rellenar una botella de un litro ). Si el paciente desea quitarse un volumen mayor, la sedación es más profunda, y deberá estar un par de horas en observación al acabar. Normalmente en una unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria.
En la segunda fase, una vez dormida la grasa, y por la misma incisión de antes, se introduce la fibra óptica que conduce la energía láser, y se hacen múltiples pasadas recorriendo el compartimento adiposo en movimientos similares a tocar un violín, produciendo una quemadura interna repartida por toda la zona a tratar.
En tercer lugar, se procede a realizar una liposucción tradicional, extrayendo el tejido adiposo quemado mediante cánula fría.
Finalmente, ponemos una prenda de compresión (faja específica), que ayuda a cerrar todos los espacios muertos dejados bajo la piel. Esta compresión debe mantenerse varios días seguidos para limitar la posibilidad de inflamación.