¿Estás dudando si someterte a una cirugía o no? Primero hazte estas preguntas a ti misma/o.
Pecho, nariz, abdomen, son partes del cuerpo que actrices como Elsa Pataky o Kim Kardashian se han retocado. Pero ni todas lo reconocen, ni todas han quedado tan estupendas. Todos recordamos la aparición en los medios de una irreconocible Renée Zellweger, después de su operación en varias partes de su rostro.
Por eso es importante recordar que la cirugía plástica puede cambiar la vida (para bien o para mal), por lo que no es una decisión que tomar a la ligera.
El Dr. Vecilla nos invita a que nos hagamos las siguientes preguntas antes de pasar por el bisturí:
1. ¿Tu cuerpo ha dejado de crecer?
No tiene sentido que te realices una operación si tu cuerpo está aun en desarrollo y con cambios. Tu peso, altura y talla de pecho debe permanecer invariable durante al menos un año antes de poder valorar seriamente operarte o no.
2. ¿Qué quieres que la cirugía corrija exactamente?
Es algo que debes tener muy claro. Los pacientes más satisfechos son los que quieren operarse para corregir un problema concreto para sentirse más cómodos con su cuerpo.
Así que si sabes que quieres una rinoplastia para respirar mejor, o una reducción de mama para equilibrar tu pecho está bien. Pero si sólo estás buscando hacer un cambio que te haga sentirte mejor psicológicamente, eso es una bandera roja. No deberías entrar si solo tienes una gran sensación de malestar contigo mismo. A pesar de la creencia popular, la cirugía plástica no es una cura para una baja auto-imagen. Realmente aconsejo profundizar en lo que los problemas que están constantemente preocupándote, a continuación, examinar si la cirugía plástica puede resolver el problema y mejorar su calidad de vida.
3. ¿Porqué quieres realizarte esa operación?
Tus razones para someterte a ese cambio en tu cuerpo permanente son claves para arrepentirte o no a largo plazo. Nunca debes cambiar nada para que tu pareja esté más feliz, ni para encajar con un circulo social determinado, parecerte a alguien famoso ni como respuesta a un cambio idoloroso en tu vida, como un divorcio, la pérdida del trabajo, etc. Lo mejor es que lo hagas porque es algo que llevas pensando mucho tiempo y sobre todo, porque te hace feliz a ti misma.
4. ¿Qué esperas exactamente?
Si estás soñando con los abdominales de Elsa Pataky o los labios de Angelina Jolie, puedes olvidarlo. La cirugía plástica hacen una mejor versión de ti misma, no de otras personas. Muchas mujeres se someten a cirugía plástica con expectativas muy poco realistas de los efectos que tendrá en su apariencia y en su vida. El dr. Vecilla nos comenta «Puedo trabajar con tu cuerpo, no darte uno nuevo.”
5. ¿Has intentado otras cosas previamente?
Los médicos siempre recomiendan que sus pacientes realicen cambios de estilo de vida saludables como hacer ejercicio, comer una dieta nutritiva y resolver cualquier problema de salud mental o física antes de considerar la cirugía. La cirugía plástica nunca debe ser su primera opción para cosas que puede arreglar por uno mismo. Además, contratar un nutricionista, un entrenador o un psicólogo de antemano puede ayudarte a establecer unas pautas de vida saludable y puede aumentar las probabilidades de que la cirugía tenga éxito. Para estos casos el lipoláser es ideal, ya que ayuda a eliminar grasa localizada de nuestro cuerpo imposible de eliminar con ejercicio y dieta.
6. ¿Conoces los riesgos?
Lo primero y más importante, tienes riesgo de muerte. Es muy raro pero puede suceder. Por eso es importante conocer todos los datos profesionales del experto en quien ponerte en manos. Puedes consultar las credenciales de los expertos en España en la web de la SECPRE, Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética. De todas formas, solo un 5% de pacientes requieren otra cirugía adicional porque no han quedado satisfechos con el resultado.
7. Otros aspectos a valorar.
¿Te sientes cómoda con tu doctor? ¿Está dispuesto a escucharte y responder preguntas?
El. dr Vecilla nos dice “Yo soy Cirujano Plástico, experto en Lipoláser y con más de 20 años de experiencia profesional. A lo largo de mis 20 años de trayectoria profesional he aplicado una serie de valores éticos y criterios, que identifican mi forma de trabajar con los pacientes. En el sector de la cirugía estética es indispensable que el profesional sea una persona en la que se puede confiar y el paciente se sienta tranquilo.Ante un nuevo paciente, lo primero es escuchar atentamente y tratar de saber qué es lo que quiere. A esta primera fase, la podríamos denominar de EMPATÍA, trato de ponerme en su lugar y entender las motivaciones y deseos . En este momento observo si las pretensiones son realistas o no, si son factibles etc. “